lunes, 27 de octubre de 2014

CONCEPTO DEL MEDIO AMBIENTE Y LEYES SOBRE ESTA EN COLOMBIA

COLOMBIA
El concepto de medio ambiente que ha presidido las directrices de la política de Educación Ambiental en el país abarca nociones que implican tanto a las ciencias físicas y naturales, como a las ciencias humanas y a los saberes tradicionales y comunes.
Las primeras disposiciones nacionales en materia de Educación Ambiental se hallan en el Código Nacional de los Recursos Naturales y Renovables y de Protección del Medio Ambiente de 1974. Posteriormente, la Constitución y la Ley General de Educación (1994) estipulan que la Educación Ambiental debe ser un área obligatoria en los centros públicos y privados de Educación formal, tanto a nivel preescolar como de básica y media, desarrollada como una dimensión que atraviese el currículo. Además, la ley 99 de 1993, por la que se crea el Ministerio de Medio Ambiente, establece la concertación entre ambos ministerios en materia de Educación Ambiental.
Existen otros instrumentos legales que contribuyen al desarrollo de la Educación Ambiental, tales como el Documento CONPES (Consejo Nacional de Política Económica y Social) o el Informe de la Misión de Ciencia, Educación y Desarrollo (1994). Asimismo, está vigente un convenio entre la Universidad y el Ministerio de Educación Nacional (1991) y se está desarrollando una línea investigadora inicial para conocer el estado de la cuestión e intercambiar experiencias (etapa de exploración). Como resultado de la investigación se encontró que existía una separación entre las actividades de Educación Ambiental y las propuestas curriculares; actividades tales como el cultivo hidropónico, huerto escolar y otras se consideran de Educación Ambiental y están a menudo en contradicción con las condiciones ambientales de la zona. Finalmente, en el trabajo de campo se está evaluando la diferencia entre el discurso y la práctica y, en cualquier caso, la conceptualización está en la base de los problemas existentes.
El decreto 1743/94 de la Ley General de Educación Nacional dispone la inclusión de proyectos ambientales escolares en los Proyectos Educativos de los centros escolares públicos y privados, con especial atención hacia las comunidades étnicas. La Educación Ambiental no es, por tanto, una disciplina independiente, sino que deberá estar presente en todos los componentes del currículo.
Por otra parte, se está pasando de un sistema centralizado a otro descentralizado, con cierta autonomía en la elaboración del currículo. Las directrices curriculares privilegian las competencias básicas (comunicativa, tecnocrática, ética..), que impregnan todas las áreas, frente a los contenidos tradicionales; las dimensiones del desarrollo humano se complementan con las competencias. Se consideran ejes transversales, además de la Educación Ambiental, la educación para la salud y la educación sexual.
La Educación Ambiental en la escuela debe entenderse como una estrategia para la búsqueda de espacios de reflexión y de concreción de actividades que, partiendo de conocimientos significativos, ponga en contacto al niño con su realidad. El trabajo con los docentes debe tener en cuenta la sensibilización, la formación, la profundización y la proyección. Todo ello debe desarrollarse sobre problemas concretos, como unidades constituyentes del proyecto educativo.
La inclusión de la Educación Ambiental en el currículo a partir de proyectos puede permitir integrar las diversas áreas del conocimiento para el manejo de un universo conceptual aplicado a la solución de problemas. Permite también explorar cuál sería la participación de cada una de las disciplinas en un trabajo interdisciplinario y/o transdisciplinario. Una vez que la escuela entre en concertación con las diversas entidades comunitarias y con grupos externos de apoyo, los proyectos escolares adquieren una dinámica propia, dinámica que puede utilizar instrumentos de la política educativa, como el currículo. Las estrategias para la inclusión de la dimensión ambiental en el currículo serían, entre otras:
Celebración de seminarios regionales.
 Búsqueda de instrumentos para una revisión curricular
 Realización de experiencias piloto de tipo curricular y de tipo no formal diseño de materiales
La metodología aplicada es la implícita en el Proyecto Educativo, al que se pueden aplicar criterios de interdisciplinariedad, interculturalidad y educación en valores.
Los materiales para la Educación Ambiental se pueden resumir en:
Documentos de conceptualización ambiental
Documentos de conceptualización pedagógica
Documentos acerca de los acontecimientos para la formación de educadores ambientales
Documentos de intercambio de experiencias regionales
No existen centros especiales o extraescolares específicos para la Educación Ambiental.
La formación de profesores se considera como una estrategia transversal, puesto que implica un trabajo interdisciplinario, y está a cargo fundamentalmente de las CAR (Corporaciones Autónomas Regionales) de cada departamento y de las secretarías ambientales y de educación, a partir de la política definida por los ministerios de Educación Nacional y de Medio Ambiente.
Se desarrollan, además, interesantes experiencias en el área de Educación no formal y de las ONGs. Existen importantes proyectos piloto diseñados por maestros, que diseñan el modelo teórico y dan las pautas necesarias para la realización de otros proyectos. Las ONGs desarrollan, sin embargo, acciones concretas y atomizadas respecto a la realidad.
Las tecnologías de información y de comunicación (TIC) en el ámbito educativo tienen un horizonte ilimitado, siempre y cuando estos recursos cobran sentido en el contexto particular en el que cada educador gestiona su hacer pedagógico. Está comprobado que uso apropiado de herramientas enriquecen sin lugar a dudas el trabajo docente y el aprendizaje infantil.
Actualmente a nivel mundial se está reconociendo el potencial de las TIC de una generación que nace y crece con ellas. Conscientes, por una parte, de las ventajas de estos recursos en el desarrollo y las oportunidades de aprendizaje, o de acceso a la información, también debemos ser conscientes de los peligros que puede ocasionar si no contamos con adultos informados que orienten y medie su interacción a temprana edad. Tal situación, aún no ha quedado del todo resuelta en nuestro sistema educativo para educación preescolar, pues que no hace falta una mayor alfabetización digital de educadores, hoy nos hemos preocupado más por las herramientas, que por las personas responsables y la demanda curricular que estas tienen al integrarlas en contextos diversos.
Es urgente conocer y reflexionar qué, para qué y cómo utilizar estos recursos. El rol del Educador es clave como diseñador de entornos de aprendizaje, y como agente transformador, lo que permitirá que su utilidad se maximice cuando consiga asimilarlos a su cultura y la de su institución educativa. Esta apropiación debe apuntar a que cada educador descubra, desde sus intereses personales, su propia realidad y expectativas profesionales, cómo estos recursos pueden ser de utilizados manera natural un su quehacer pedagógico.
Hoy todavía hay más preguntas que respuestas. Diversos autores concuerdan que todavía no podemos predecir las modificaciones cognitivas que supone el paso de una cultura basada en la escritura a una cultura digital, pero si se evidencian algunas diferencias entre nuestra generación (inmigrantes digitales) y las nuevas generaciones, una generación que ha sido llamada generación digital o de nativos digitales. Si revisamos estas diferencias, es importante tenerlas en cuenta al momento de diseñar experiencias de aprendizaje, especialmente cuando en el aula estamos integrando algún recurso tecnológico. La diferencia radica principalmente que estas nuevas generaciones:
Mantienen la mayoría de las veces su atención en diversas tareas y situaciones, (conversan, escuchar música, presionan teclas o interactúan digitalmente con algún dispositivo touch)
Experimentan un acceso no lineal a las fuentes de aprendizaje. Los hipervínculos derivados del la interacción con los recursos digitales son mas familiares para ellos, que para nosotros.
Están creciendo en un mundo conectado.
La interacción con las máquinas es algo natural, no esperan indicaciones de “cómo se hace”, sino que actúan frente a ellas como si fueran “expertos”, sin mediar consecuencias
Procesan rápidamente información disponible, la selección que realizan de la información, responde a un impulso muy rápido que no siempre es pensado, ni implica una reflexión posterior.
Esta situación de una u otra forma tiene implicancias en la forma como los educadores debemos enfrentamos nuestro quehacer, de cómo concebir el currículo y de cuáles son las estrategias mas pertinentes para enfrentar estos nuevos escenarios, pues estos recursos y estas nuevas generaciones demandan de una u otra manera nuevas formas de abordar el proceso educativo, y nos invita a reflexionar conscientemente sobre el rol que juegan las TIC en el contexto pedagógico de niños, niñas menores de 6 años.
Estamos conviviendo con una generación que rápidamente está pasando del clic al touch sobre las pantallas, donde inmediatez es el accionar diario con estos recursos. ¿Estamos preparados para las demandas de ésta nueva generación?, ¿Cómo responder a los cambios y crear oportunidades mejores para el aprendizaje apoyadas por las TIC? ¿Cómo mejorar la interacción que actualmente tienen los preescolares al utilizar las TIC?, ¿Cómo favorecer más y mejores aprendizaje de los niños y niñas en diferentes ámbitos y compartir conclusiones?
Integración de TIC con preescolares

La integración de las TIC en la sala de actividades depende de las decisiones políticas de directores y educadores. Esta decisión, debería ser en respuesta a una propuesta institucional, no puede ser visto como un acto aislado que cubra sólo un período de tiempo, o una situación en particular. En cada institución no se puede estandarizar el uso de estos, debe responder a un modelo pedagógico que ha sido reflexionado y consensuado por el equipo de trabajo y más aún se debe tener presente que el accionar docente responde al trabajo con una nueva generación, consumidora de TIC con posibilidades de acceso a estos recursos, situación que los distinguen de las anteriores generaciones.
También requiere del conocimiento que el educador tenga de los distintos recursos disponibles para este nivel educativo (software educativo, sitios de interés educativo) y de las oportunidades que estos brindan en contextos diversos. En lo que respecta a software educativo, debemos tener presente que en el mercado nacional e internacional encontramos una diversidad de productos de este tipo y de empresas que los proveen un ejemplo de ello es Districalc  quienes distribuyen una amplia variedad de recursos que podrían potenciar el aprendizaje en distintas áreas y niveles.
La tarea del educador esta en seleccionar aquellos que les dé la posibilidad de gestionar el conocimiento, adaptarlos a los contexto del curricular de su país, las demandas particulares que se presenten en el aula teniendo en cuenta los desafíos cognitivos que están necesitando sus estudiantes.(
ver catálogo red)
En la tarea de integración de TIC no podemos excluir al entorno familiar de estos niños y niñas, debido a que recursos están cada día más presentes en sus hogares. Esto requiere que el educador considere: acceso, recursos, hábitos creencias, aprehensiones, tiempos, formas de uso que cada familia realiza de estos recursos y de esta manera orientar para un uso informado y responsable de ellos enriqueciendo el aprendizaje infantil.
Teniendo en cuenta los aspectos anteriormente planteados, necesitamos educadores más motivados o interesados en el tema, familia y sociedad informada del aporte y cuidados respectos de estos recursos a temprana edad. Para ello se hace necesario formar comunidades de trabajo y habilitar espacios virtuales especializados a través de los cuales se realice un acopio de recursos apropiados para este nivel educativo, espacios que permitan reflexionar, crear, promover y compartir, ideas, resultados y experiencias de integración de estas herramientas con preescolares.
Es fundamental, normar y dosificar su uso, proveerles de un espacio cómodo, mobiliario adecuado a su edad donde puedan interactuar libremente con sus pares y adultos en diversas experiencias y desde pequeños interactúen con responsabilidad frente a estos recursos.
Lo que nos falta:
Un cambio real de paradigma en torno al proceso educativo. Este punto a juicio personal es el más relevante. Ello, porque, todavía seguimos organizando el currículo para nativos digitales con estrategias para inmigrante digitales. No podemos esperar favorecer aprendizajes de calidad enriquecidos con TIC, si no favorecemos en cada educador los cambios necesarios respecto de cómo vemos la pedagogía para los requerimientos de este nuevo siglo.
Fortalecer las competencias TIC de Educadoras. Actualmente, los recursos humanos con competencias en el mejor aprovechamiento pedagógico de las TIC en educación de preescolar son escasos y en muchas ocasiones las capacitaciones que se realizan no atienden las reales necesidades de profesionales de este nivel educativo y de las diferencias en los niveles de apropiación que ellas tienen respecto de estos recursos. En la medida que mejoremos substancialmente la oferta de capacitación en esta línea, lograremos el éxito esperado y necesario a estos tiempo.
Sistematizar uso de TIC en el nivel. En la medida que se sistematicen las experiencias de integración y de difundan los recursos disponibles en el país, permitirá al educador tomar mejores decisiones al momento de integrar estos recursos y fortalecer sus competencias TIC

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL, UNA NECESIDAD DEL DESARROLLO

Una de las formas que el ser humano tiene a su alcance para evitar la visión apocalíptica de un mundo que cada vez se vuelve más depauperado, es lograr que cada uno de los hombres posea una apropiada educación ambiental, y que actúe consecuentemente con sus postulados. Desde este punto de vista la misma se convierte en una necesidad del desarrollo y una imprescindible tarea de la educación.

LA EDUCACIÓN AMBIENTAL COMPRENDE TRES ASPECTOS FUNDAMENTALES:

1.-El conocimiento científico del medio circundante. No es posible actuar sobre algo si no se conoce como es, por lo que el conocimiento del mundo que le rodea desde una apropiada base, constituye el primer peldaño de la educación ambiental. Ello hace indispensable conocer las leyes, los factores condicionantes, los principios, las explicaciones racionales y científicas de los hechos y fenómenos del mundo material, animado e inanimado. Sin esta base de conocimiento no es posible actuar sobre el medio circundante o dirigir de manera adecuada las acciones.

2.-El conocimiento de los medios y acciones para preservar el medio que nos rodea. Una vez en posesión de cómo son los hechos y fenómenos del mundo natural, se impone saber como actuar y a través de que vías para preservarlo, mantenerlo y enriquecerlo. De esta manera las acciones a realizar se pueden hacer de forma mas efectiva y con menos esfuerzos y recursos que cuando se desconocen las particularidades de los fenómenos.

3.-Formación de normas, principios y valores respecto al cuidado y preservación del mundo natural. De nada vale que conozcamos el mundo que nos rodea y que sepamos cómo actuar para preservarlo, si no existe una actitud al respecto, si no se formado la conciencia y la valoración de por qué hay que hacerlo, esto es quizás el aspecto más importante de la educación ambiental.
Figura 1. Mapa conceptual.
Fuente: Ramírez de M. y Sanabria (2000).
Contenidos conceptuales Basados en el DF 24/2007
Contenidos procedimentales Basados en el DF 24/2007
Contenidos actitudinales Basados en Rico (1992) y Lucini (1990, 1994)
Curriculum oculto Basados en Bolivar (1995)
·         Evolución.
·         Los seres vivos de nuestro entorno: animales y plantas.
·         Los seres vivos del mundo.
·         El hábitat.
·         Ecosistema.
·         La acción humana en el ecosistema.
·         La biodiversidad. Pérdida de biodiversidad: causas y posibles soluciones.
·         Búsqueda de información sobre los seres vivos y sus condiciones de vida.
·         Sensibilidad por la precisión y el rigor en la observación de animales y plantas y en la elaboración de los trabajos correspondientes.
·         Uso de técnicas básicas de trabajo en equipo.
·         Aplicar las técnicas de la entrevista.
·         Manejo de PDA.
·         Manejo de entornos dewebquest.
·         Manejo de navegadores de Internet.
·         Selección crítica de información.
·         Toma de decisiones.
·         Resolución de problemas.
·         Realización de mapas conceptuales.
·         Defensa de las ideas propias.
·         Valoración y respeto frente a todas las manifestaciones de vida que descubrimos en nuestro entorno.
·         Comprensión, aceptación y respeto hacia los demás y hacia sus derechos fundamentales.
·         Atención, escucha y diálogo como medios y como clima fundamental en el que han de desarrollarse las relaciones interpersonales y la resolución de conflictos.
·         Sensibilidad, apertura y flexibilidad ante las aportaciones y las opiniones de otras personas.
·         Interés y respeto por la diversidad y el rechazo hacia todo tipo de discriminaciones personales.
·         Aceptación y respeto hacia la identidad, las características y las cualidades de las personas con las que nos relacionemos.
·         Rechazo de la agresividad, verbal y gestual, en nuestras relaciones y ante toda situación de conflicto.
·         Respeto, consideración y cuidado de los bienes y servicios que recibimos, y, en concreto, que nos brinda el medio escolar y el museo.
·         Participación responsable en la toma de decisiones del grupo.
·         Defensa de las ideas propias.
·         Todos los alumnos participarán en todas las actividades escolares y serán valorados, sin discriminación, en sus aportaciones originales.
·         Siempre se respetarán las opiniones o puntos de vista personales. El material escolar será compartido por todos los componentes del grupo de clase.
·         Respeto del silencio en los momentos de trabajo personal.
·         Respeto de las normas existentes en el museo.
·         Todos los alumnos son respetados por igual.
·         Los profesores tratan a los alumnos como personas, no sólo en su actuación como alumno, sino también en los asuntos personales.
·         Los profesores se respetan entre sí.
·         Los alumnos sienten que los profesores no están «enfrente de ellos», sino «con ellos».
·         Existe confianza, en el sentido de que «lo que se dice, se hace».
·         Los alumnos están seguros de que los profesores estarán dispuestos a escuchar sus puntos de vista.
·         Los profesores buscan que los alumnos se entusiasmen con el aprendizaje.
·         Los alumnos sienten que se les tiene en cuenta en el centro escolar.
·         Cuando surge un problema existen procedimientos para resolverlo.
·         Se anima a los alumnos a ser creativos y no rutinarios.
·         El centro es un lugar agradable porque me siento querido y necesitado.
·         La mayoría de las personas del centro son amables.



LA EDUCACIÓN AMBIENTAL EN LOS NIÑOS Y LAS NIÑAS DE 2 A 6 AÑOS

El programa de educación temprana ha de tener como una de sus prioridades la educación ambiental, por la significación que la misma tiene no solo para el desarrollo, sino incluso para la propia supervivencia del género humano.

Esta educación ambiental se logra mediante los más diversos contenidos, que deben estar considerados en el programa, y que impliquen la formación de conocimientos apropiados, de formas de acción para la preservación del mundo natural, y de normas y valores respecto a su conservación.

Esto ha de estar comprendido dentro de los contenidos del conocimiento del mundo natural y social, en el cual los niños y niñas aprendan los hechos y fenómenos de la naturaleza animada e inanimada, las funciones del organismo, la interrelación entre el medio y su salud y nutrición, el ciclo continuo de la vida, entre otras tantas cosas. Así, cuando el niño aprende y observa en el germinador como nace una planta de una semilla, y como las condiciones de luz, calor y humedad actúan sobre la misma, asimismo está adquiriendo conciencia de las leyes del mundo vegetal. O cuando descubre que un pedazo de hielo coloreado se diluye en el agua sin dejar rastro de sí, está aprendiendo como se puede contaminar una fuente de vida como es el agua, descubriendo así leyes del mundo físico. Y si se le posibilita distinguir que existe una relación entre la forma y la estructura de un animal de acuerdo con su medio como sucede con un oso polar, está incorporando principios del mundo animal. Lo importante y fundamental es que siempre la explicación de los hechos y fenómenos se hagan sobre una base verdaderamente científica, sin proporcionar respuestas de tipo mágico, místico o que solamente tengan un fundamento empírico.

Pero si a este niño o niña se le enseña que si alimenta al animal este se vuelve cada vez mas grande y saludable, si aprende que proporcionarle agua, cuidados y atención hacen cada vez mas hermosa a las plantas, si aprende las relaciones entre sus acciones y los conocimientos que posee para actuar sobre las cosas y seres del mundo que le rodea, y de ello se deriva un mejor desarrollo de los mismos, asimismo estará consolidando su aprendizaje de los medios y acciones para preservar dicho mundo. Por eso no basta que en el contenido del programa se incluyan los conocimientos, sino también como actuar sobre el mismo.

A su vez, y lo más importante, que sobre este conocimiento intelectual se consoliden emociones y sentimientos de amor hacia las plantas y los animales, hacia lo bella que es la naturaleza y el mundo que le rodea, y que esta belleza ambiental es un don que le ha sido dado y que cada niño y niña debe aprender a amar y conservar. Solo así se garantiza que el conocimiento se interiorice y se imbrique con lo afectivo-motivacional, y se garantice una apropiada educación ambiental.

Esto ha de empezar incluso desde que el niño da sus primeros pasos y la educadora dulcemente le dice que no maltrate las hojas o que no golpee al animalito que se le muestra en la actividad pedagógica, y se concatena posteriormente con contenidos dirigidos al conocimiento como tal y a las formas de actuar, en numerosas acciones de la vida cotidiana: el cuidado del huerto, la alimentación de los pececitos y pajaritos, la higienización del centro, en el propio juego y la actividad libre, en fin, a través de todas las vías pedagógicas y metodológicas posibles.

Esto hace que la educación ambiental se convierta realmente en un programa transversal y general que se desarrolla a través de todas las actividades del centro, porque las mismas, de una forma u otra, se relacionan con los conocimientos, las acciones o las normas y valores de la educación ambiental.

EDUCACIÓN EN VALORES
Cada niño o niña es un ser humano único, original e irrepetible, el más perfecto y bello producto de la Naturaleza. También, y debido a las influencias del ambiente, llega a ser el producto de la cultura en la que se desenvuelve.

En el mundo civilizado, en especial en el medio urbano, la formación del niño o la niña se desarrolla de forma distinta a lo dispuesto por la Naturaleza. La satisfacción de su existencia depende tanto de su persona como del entorno que le rodea, y este ambiente externo ha de serle favorable de modo que no amenace su seguridad, ni obstaculice su necesidad de satisfacción.

La educación debe respetar y potenciar la individualidad del niño o la niña pero teniendo en cuenta que no es un ser aislado sino un sujeto social que nace y crece en comunidad y evoluciona hacia la independencia en función de la calidad de relaciones humanas que establezca.

El niño o niña dispone de naturaleza sociable desde que nace, está concebido para la convivencia. A medida que crece va siendo capaz de asumir responsabilidades como miembro de la sociedad y de aportar a ésta su originalidad, que nunca debe confundirse con egoísmos caprichosos.

Partiendo de esta premisa y sabiendo que el niño o niña cuando nace desconoce los roles, las normas, las pautas y los valores morales y sociales de su comunidad, los agentes educativos nos convertimos en facilitadores de experiencias y relaciones que facilitan su progresiva madurez social.

Podemos definir un valor como un elemento real, deseable, objetivo y conveniente al ser humano que lo interioriza a través de la experiencia individual y se convierte en una norma moral de conducta.

La persona, a través de su experiencia selecciona. Elige y hace suyo un sistema de valores que le ayuda a desarrollar una conciencia moral y a adquirir el compromiso individual de organizar su conducta llevándolos a la práctica.
La educación, como se ha menciona en apartados anteriores, está cargada de un contenido moral que ofrece una guía de conducta al niño o la niña desde su primera infancia promoviendo la madurez interna necesaria para adquirir una conciencia moral autónoma.
El pequeño o pequeña, en las primeras etapas del desarrollo, se abre al conocimiento de sí mismo, del mundo que le rodea y de las personas de su entorno, es decir, se educa influenciado por el ambiente en que se desenvuelve. Este ambiente debe ofrecer unos modelos de roles y valores positivos aceptados por la comunidad, ayudándole a alejarse de los valores negativos, las fuerzas destructivas o los contravalores.

Siempre es positivo recordar el artículo 2º de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 10 de Diciembre de 1.948 que nos ofrece una visión universalista de los valores:


"La educación tendrá por objeto el pleno desarrollo de la personalidad humana y el fortalecimiento del respeto a los derechos humanos y a las libertades fundamentales, favorecerá la comprensión, la tolerancia y la amistad entre todas las naciones y todos los grupos o religiones y promoverá el desarrollo de las actividades de las Naciones Unidas para el mantenimiento de la paz".

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